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Silvio Soldán, legendario locutor y animador recordó en diálogo con DiarioShow a Nito Mores: “Fue una bellísima persona, un tipo divino, siempre dotado de una actitud presta para poder darle la mano a un compañero de trabajo. Lo conocí, en una oportunidad, en los pasillos de Canal 9 y fue en esa oportunidad que me confesó que Mariano, su padre, me admiraba mucho y que le iba a encantar la posibilidad de componer un tango juntos. Y así sucedió y se transitó, por aquellos años, un camino de amistad que se proyectó a otros terrenos”.
Dijo Soldán que “Mariano, de la misma manera que yo, teníamos especial predilección por el mundo del boxeo; en consecuencia, Nito también heredó la pasión por el cuadrilátero, y todos los miércoles asistíamos a las diferentes jornadas que se daban en el mítico Luna Park. Luego de esas veladas inolvidables del universo boxístico donde tuvimos la oportunidad de poder apreciar a grandes boxeadores argentinos de todas las categorías, le poníamos cierre a esas jornadas, cenando en un restaurante que estaba ubicado, precisamente, frente al Luna. Después le poníamos corolario yendo a la calle Corrientes, a tomar un café. Y Nito fue siempre una compaña inmejorable, culto, ameno, sencillo y que podía referirse a cualquier tipo de tema”.
En el orden estrictamente musical, Soldán expresó que “Nito era muy buen cantante, con una tonalidad firme y contundente, en alguna medida continuaba con las características de Hugo del Carril y Enrique Dumas, ostentaba un lindo timbre de voz, a lo que le agregaba mucha pinta. Lamentablemente, la vida se lo llevó muy rápidamente. Todo fue muy penoso y sufrió mucho en su última etapa; yo lo visité en el Sanatorio Colegiales y, realmente, sus últimos días la pasó muy mal. Tenía muchos proyectos y siempre expresaba un gran estado de ánimo, no recuerdo nunca haberlo visto enojado. Un muchacho inolvidable”.