Estaba acostumbrado a una normalidad de reality, con muchos escándalos y principalmente mucha exposición desde pequeño, pero Federico Bal nunca podría imaginar lo que sería la temporada 2020 de su vida.
“Quería contarles lo que estoy viviendo estos días. Me están escribiendo de todos lados. Hoy, que ya tengo un panorama, un camino que recorrer, quiero contarles algunas cosas. Hace pocos días me hice unos estudios, una colonoscopia y una endoscopia, que habían salido mal. Tengo cáncer en el intestino. Es una palabra fuerte. Son palabras de las que me estoy haciendo amigo estos últimos días”, así comenzaba un video que publicó en sus redes el 9 de marzo, en donde les contaba a todos, tras varios días de lógico silencio, que estaba enfermo y debía comenzar un tratamiento urgente.
Una semana antes de que se dictara la cuarentena en nuestro país, el actor comenzaba a recorrer un camino mucho más duro que hoy ya lo encuentra sano gracias al equipo médico que lo salvó y su fuerza de voluntad.
La expresión fácil en estos casos es que Fede pudo dejar atrás su enfermedad. Pero, al contrario, sabiendo que además de un desafío crudo le dejó una enseñanza que no lo abandonará nunca, el hijo de Carmen Barbieri habló con DiarioShow.com sobre su vuelta al trabajo con un nuevo estilo de vida basado en su experiencia; y hasta pondrá en palabras y humor todo lo que atravesó en un unipersonal. “Ahora quizás sea el sobreviviente. Todos podemos ser varias personas en una. Pasé por Fede del Bailando, Fede novio de Laurita, ahora soy Fede cáncer”, dice sin inmutarse, ya amigado con la palabra.
“Todos podemos ser varias personas en una. Pasé por Fede del ‘Bailando’, Fede novio de Laurita, ahora soy Fede cáncer”.
“Esa es mi personalidad de ahora y está buenísimo, no me quejo, porque desde este lugar puedo dar un mensaje, en especial a los jóvenes, de concientización. De cuidarte la salud, de que un estudio a tiempo puede salvarte la vida. Hoy tengo algo importante para decir, cuando tanto dije en la tele, en estos años de trabajo, me parece que hoy tengo algo que puede hacer la diferencia”, explica sobre su rápida metamorfosis.
Pero al mismo tiempo, con la importancia que cree que puede tener su historia para los demás, sabe desde qué posición hablar: “Tampoco me creo un predicador, simplemente puedo hablar de lo que viví. Hablás desde la experiencia. La gente lo va a tomar bien. Siempre intentando que la gente tome precaución, que tenga cuidado. El humor puede ser una buena forma de penetrar en la conciencia de la gente”. De esta manera da introducción a su espectáculo, “Late Night yo”, que se presentará vía streaming el 25 de septiembre a través de Plateanet.
Del dolor al humor
“Fueron momento difíciles, de mucho encierro y angustia, tener cáncer y someterte al tratamiento al que me sometí es muy complejo. Muchos momentos de dolor, pero se salió adelante, hubo un proceso que también tenía que pasar, porque hay una sensación de que se abrieron nuevos caminos en mi cabeza”, describe el artista sobre la severidad de su rehabilitación.
Luego detalla: “Entendí que hay miedos muchísimo mayores de los que preocuparse, como la salud, los dolores. Tuve dolores muy grandes, y la palabra dolor aplica sólo para algunos momentos. Experimenté el dolor en su peor estado. Hubo momentos malos en los que quería estar solo, o en los que el dolor te gana”.
El arte sirve para canalizar y, en ocasiones, gritar. Por ello, Fede decidió adaptar este inverosímil guion que le escribió el destino. “Es de ciencia ficción, por momentos, lo que me pasó. Por eso se me dio por sentarme a escribir y surgió este unipersonal. Cada vez que me encontraba con un momento feo o angustiante, necesitaba transformarlo, y eso se convirtió en una historia divertida. Si uno toma los dramas de la vida y los transforma en humor, creo que es más fácil sobrellevarlos. Lo hago desde un lugar muy lindo, intentando llevar un buen mensaje. Es una necesidad, porque es como me criaron y lo que yo viví en mi casa. Cada vez que faltaba el mango o mi viejo se metía en alguna inversión importante, después salía con una obra que la rompía y tenía un buen mensaje para dar. De los dramas hacíamos algo lindo”, cuenta.
“La enfermedad te cierra puertas. El medio es duro y no te espera; hay productores que, si saben que estás enfermo, no te convocan”.
Pero había otro motor para pasar a papel en forma de chiste lo que sucedía en su cabeza y su cuerpo: “Tenía mucha ansiedad, soy un tipo que no para un segundo, que tiene muchos proyectos todo el tiempo, y estos tiempos de encierro fueron duros para nuestra profesión en general y para mí en particular. Fueron momentos de angustia, y tuve muchas veces una sensación… Yo no sentía que me iba a morir, pero sí miedo al olvido. Está ese temor al poco trabajo, cuando tenés esa sensación de que el laburo no está, está esa cosa de que no querés que la gente piense que no te va a ver más y que podés seguir trabajando”.
Ese pavor no era infundado, sino basado en el conocimiento de la industria: “La enfermedad te cierra puertas. El medio es duro y no te espera, entonces tenés productores que si saben que estás enfermo no te llaman. Es difícil mantenerse con una enfermedad, haciendo un tratamiento y al mismo tiempo seguir siendo una figura del medio”.
Aunque en Bal funcione armónicamente, el cáncer es un tema delicado y mucho más cuando se lo quiere transformar en un elemento cómico. Sin olvidarse del respeto que se debe tener al público, Federico asegura: “Trabajo mucho el hasta dónde, porque todos tuvimos un pariente que tuvo cáncer, alguien que lo vivió, y sabés que al tocar ese tema podés herir a mucha gente sin querer. Pero lo hago desde mi lugar: como es algo que atravesé, me da la posibilidad de poder contarlo. No me voy a reír de la gente que tiene cáncer, pero yo experimenté mucho humor en mi sanación”.
Aunque su declaración suene contradictoria, inmediatamente explica: “El miedo a morirse es hasta gracioso también. Como yo amo la vida, tuve que asimilar la muerte, todo el concepto alrededor suyo. Y a la hora de hacer humor hay momentos delicados y que hay que tomar con cautela. Lo que hago es un humor ácido, irreverente, pero por momentos una bajada de línea y un buen mensaje. Estoy todo el tiempo en la cuerda floja. Entre esto es una mierda y una línea de optimismo”.
Herencia
Santiago Bal, su padre, convivió mucho tiempo con la misma enfermedad, por lo que los temores en su mente vienen en parte de los recuerdos. “Sabía mucho del tema porque mi viejo lo tuvo, no murió finalmente de eso, murió de viejito, de EPOC. Pero también recuerdo haber visto a mi mamá cómo lo cambiaba y lo cuidaba después de la operación; fueron tiempos muy duros, no lo voy a negar. Pero el haber visto cómo luchó, también me dio fuerzas, siento que estoy siguiendo los pasos de él”.
“El haber visto cómo luchó mi viejo también me dio fuerzas, siento que estoy siguiendo los pasos de él”.
Y también está Carmen, su madre, a quien todo el país conoce en profundidad, y que se transformó en una especie de vocera de su hijo, contando cómo iba su tratamiento.
“Mi vieja hizo muy pública nuestra relación, una vida siempre con el ojo de las cámaras, y entonces pasa a través de la pantalla ese cariño familiar que la gente tiene por ella, y se extiende todo a mí”, dice con ternura.
Y agrega una pequeña recriminación: “Es difícil advertirle algo a mi vieja, le contás algo y lo sabe el país a los diez minutos. Es muy verborrágica, tiene muchos amigos en el medio y le gusta contar las cosas. Cuando me enteré de mi enfermedad se lo tuve que contar y era inminente que lo contara a la prensa, porque yo no estaba dando notas y mi vieja sí; entonces, sabiendo lo que tenía, no quería contarlo. Decidí hacerlo público y contar por qué me iba a ir un poco de las redes para ocuparme de mí”.
Amor y sostén
Durante el verano, Fede se reencontró con Sofía Aldrey, que fue su amiga durante muchos años, pero en Mar del Plata surgió algo más y comenzaron a salir. “Es una chica muy joven que no tenía por qué bancarse a un tipo enfermo, y yo estaba encarando un tratamiento muy duro”, dice sobre la “chance de salida” que le dio.
Pero ella se quedó a su lado y lo acompañó en todo momento: “Nosotros nos conocemos hace muchos años, y ahora se comió la otra parte. Por momentos angustiado, con poco trabajo, con poca guita. Pero, bueno, hay luz al final del túnel a veces y estamos acá, renaciendo como pareja. Ahora todo será mejor, porque creo que también mi cambio va a influir en nuestra relación, la forma en la que me tomo y me quiero tomar la vida. La vida no cambia, sino los ojos con los que la ves. Y hoy me siento con más sabiduría, es un tramo que tengo que recorrer, pero estoy aprendiendo”.
EL “NO LLAMADO” DE MARCELO TINELLI
Si bien Fede se retiró de los medios y las redes por un tiempo, recibió mucho cariño. “Me llamó un montón de gente, amigos del ambiente con buena onda, y hasta gente que no me imaginaba, como Luisana Lopilato, con quien no tengo mucha relación, pero nos conocemos. Me pareció un gran gesto de su parte que voy a agradecerle siempre”.
Carmen contó hace un tiempo que su hijo estaba mal porque, entre tantos mensajes que recibió, Marcelo Tinelli no se había comunicado con él. Pero, para desmitificar ese rumor, el joven cuenta: “Mi vieja habla hasta por los codos. Y contó eso por una conversación que tuvimos en la que me preguntaba quiénes se habían comunicado conmigo. Me dijo si Marcelo no me había llamado y le dije que no, pero que no tenía por qué hacerlo. Empezó diciendo: ¿Cómo que no te escribió?… Y cuando lo dijo en una nota, al toque Marcelo se enteró y me escribió, disculpándose. No fue nada grave, Marcelo fue mi amigo, no mi jefe”.
Más allá de la anécdota, narra con alegría: “Es un cariño que sentí que antes no tenía. Uno sabe quién está y quién no en esos momentos. Me sentí tan abrazado por el país y por países vecinos. Realmente sentí que lo que estaba viviendo no lo estaba viviendo solo. Y eso es lo más lindo que te puede pasar”.
“LATE NIGHT YO”, SU NUEVA APUESTA
El 25 de septiembre es la fecha de su reencuentro con el público haciendo lo que ama. “Descubrí un costado mío que no tenía tan explotado, como el de producir, dirigir y escribir. Me junté con Valeria (Ambrosio) y Félix (Buenaventura) para llevar adelante esto”, detalla sobre “Late Night yo”.
Acerca del trabajo de a tres, exclama con felicidad que se dio un gusto: “Soy muy fanático del laburo de Félix, que es uno de los comediantes más importantes del país, y cuando lo llamé, primero le dije que me encantaba lo que hace, la forma que tiene de hacer comedia, de interpretarla. Sentí que podía combinarse el laburo de él con el de Valeria, que es una mina más de teatro. Sumado el laburo de los tres, van a ver algo que les va a gustar”.
Fede fue uno de los primeros en firmar con Telefé para “MasterChef Celebrity”, por lo que cuenta que no podrá acompañar a su madre en el “Cantando 2020”, debido a una cláusula de exclusividad. Feliz con regresar a la tevé, y queriendo alejarse de los escándalos y las peleas, expresa: “MasterChef también se vuelve algo muy bueno, porque de lunes a viernes voy a poder divertirme cocinando y que se me distraiga la cabeza. Lo bueno es que no hay conflicto, peleas; es un formato tan sano que la gente lo va a saber apreciar”.