Divertido, excéntrico, polémico y buen padre podrían ser algunas de las cualidades para describir a Ricardo Fort que este jueves cumpliría 52 años. El empresario falleció muy joven pero a lo largo de su vida logró dejar recuerdos imborrables en la memoria popular de los argentinos.
El 25 de noviembre del 2013 el país amaneció con la trágica noticia de la muerte del empresario chocolatero y conmocionó al mundo de la farándula argentina. Más allá de sus cruces mediáticos con varias celebridades, se convirtió en una de las personas más queridas del ambiente.
Frases como “Yo no manejo el rating, manejo un Rolls Royce”, “¡Mamáaaa, cortaste toda la luz!” o “Maiamiiiii”, se volvieron mantras de sus fanáticos que hoy se replican a través de las redes sociales en forma de memes, gifs y todo tipo de formatos. Fort supo hacer de la televisión argentina su propio escenario en el que mostraba todas sus facetas.
Su primera aparición en la pantalla chica ocurrió en 2008. Heredero de la firma de golosinas y chocolates “FelFort”, se mantuvo alejado de los negocios familiares y quiso dedicarse al arte y a los medios. A Ricardo le gustaba el show, la fama y la exposición y sabía manejarla casi como un experto.
Hijo de Marta Campa de Fort y Carlos Fort, nació el 5 de noviembre de 1968 y falleció con tan solo 45 años luego de varias cirugías, dolores corporales y problemas en la columna. Fue padre de mellizos, Martita y Felipe, que ahora se encuentran bajo el cuidado de Gustavo Martínez, su compañero de vida.
En el día de su cumpleaños, su nombre se convirtió en tendencia en Twitter por la cantidad de usuarios que lo recordaron y le dedicaron sentidas palabras. En 2009 puso al aire su propio programa “Reality Fort” y así comenzó a ganar visibilidad masiva.
También protagonizó varios romances con mujeres del espectáculo como Virginia Gallardo, Violeta Lo Re, Erika Mitdank y Claudia Ciardone. Hasta tuvo un paso inolvidable por “ShowMatch” como uno de los jurados más soberbios del “Bailando por un Sueño”.
Una de sus peleas más recordadas fue en el estudio de Marcelo Tinelli cuando casi termina a los golpes con Flavio Mendoza en 2011 y debieron ser separados por la producción.
