A más de una semana de la muerte de Diego Maradona, Rocío Oliva continúa hablando sobre el “Diez” en televisión. Esta vez, la última novia del “Diez” se refirió al velatorio de su ex pareja, donde no pudo ingresar por orden de la familia del ex jugador.
“Siento que verme era un deseo de Diego también. Por ahí digo algo que es duro, pero yo siento que no podía irse a descansar en paz hasta que yo fuera. Pero también me deja tranquila que, desde el lugar en el que esté, sabe que estuve desde las 3 hasta las 7 de la mañana parada en esa puerta intentando poder entrar. Esa es la Rocío que él conoce, la que no se da por vencida e insiste. Y él vio eso”, expresó en “Animales Sueltos”.
Luego, Rocío contó que sintió al enterarse que iban a cerrar el cajón de Maradona a las 6 de la mañana: “Ahí me agarró una especie de desesperación, yo quería verlo con el cajón abierto para darle un beso y despedirlo”. Y continuó: “En el camino le mando un mensaje a la hermana de Diego y le digo ‘voy a despedir a tu hermano, ¿me das la dirección por favor?’. Antes le mando un mensaje a Claudia, me clavó el visto. Entendí el momento, pero no tuve muchas dudas, pensé que iba a entrar sinceramente”.
Además, dio a conocer la charla que tuvo con Claudia Villafañe cuando llegó a Casa Rosada: “Cuando llego había muchos autos y todos pasaban, gente caminando también. Los periodistas me miraban, pasaban 10 minutos, 20, pregunto si había algún problema y me dicen ‘estamos esperando que Claudia de la orden’. Le escribo, le pido por favor pasar. Nada, nada. La llamo y me dice ‘yo no tengo nada que ver’, me cortaba”.
Por último, opinó sobre la decisión de las hijas del “Diez” de que no pasara a despedirlo: “Creo que fue minimizar, ‘no pases, no sos nadie’, una cosa así. No me dan ganas de hablarle a Claudia ni a sus hijas. Traté siempre de ser respetuosas con ellas hasta el último momento. Yo en su lugar diría ‘es la ex de mi papá, es la última mujer que mi papá quiso, besó’. Hay cosas que en ese momento se dejan de lado. Son momentos muy sagrados. Creo que la bronca, el odio, lo que sea, les jugó a ellas. Pero entraba cualquiera eh”.