@AnaliaCab
“Bridgerton” es una de las series favoritas de los usuarios de Netflix, y motivos sobran. Ambientada en el período de la Regencia británica (segunda década del siglo 19), esta ficción inspirada en las populares novelas de Julia Quinn tiene todo para atraparnos: fastuosos escenarios palaciegos, vestuarios increíbles y una historia de amor que evita caer en las cursilerías.
Además, imagina una aristocracia donde la Reina Carlota (de quien algunos historiadores creen que constituyó la primera realeza birracial inglesa) ha otorgado a la gente de color ducados y posiciones de nobleza, creando un mundo donde la oportunidad y el romance abundan para cada personaje.
Para Daphne Bridgerton (Phoebe Dynevor), la hija mayor de Los Bridgerton, llegó el momento de definir su destino, algo que en la época significaba conseguir marido o morir en la humillación. Cuando Daphne comienza su presentación en sociedad en el competitivo “mercado” matrimonial, el seductor duque de Hastings, Simon Basset (Regé-Jean Page), se cruza en su camino. Simon es un soltero empedernido y rebelde, misterioso y refinado. Su fama de libertino la debe a su vida plagada de viajes y fiestas, pero las casamenteras y sus madres se agolpan a su paso allí donde él aparezca.
Sin embargo el atractivo duque alberga un dolor en su interior que lo hizo alejarse emocionalmente de todos. Conoceremos su triste historia, primero maltratado y luego negado por un padre de quien planea “vengarse” con la promesa de jamás casarse ni tener descendencia, para que su linaje concluya con él.
Regé-Jean Page es un actor zimbabuense e inglés, de 31 años, conocido por interpretar a Chicken George en la miniserie “Roots” de 2016. Ahora su rostro ya suena como el nuevo James Bond. En una entrevista reciente, contó que aceptó este rol porque “tiene historias de empoderamiento que se cuentan como nunca se ha hecho”. Es que el cerebro detrás de “Bridgerton” es la fabricadora de éxitos Shonda Rimes (“Scandal”, “How to get away with murder”), una experta en mostrar puntos de vista distintos.
Regé-Jean Page: “Simon guarda un rencor autodestructivo, y la única manera de derrotarlo es liberando su vulnerabilidad”.
Acerca de la preparación para su personaje, el actor enumeró: “bailar, montar a caballo, boxear, dicción e historia. Este papel exigió muchísima instrucción física y académica”. El duque es caballero pero no machista, admira la inteligencia femenina y se rebela contra las imposiciones sociales. Un verdadero moderno.
“Una de las cosas más emocionantes de este proyecto fue deconstruir lo que se percibe como fuerza masculina, porque es un tema que estamos tratando ahora mismo en nuestra sociedad”, dijo Page. “Nos preguntamos qué es la masculinidad, y mucho de ello es dejar ir esta constante proyección de dominio. Simon guarda un rencor completamente autodestructivo, y la única manera de derrotarlo es liberando su vulnerabilidad”.
Por A.C.