El flamante presidente bajó de su auto y caminó entre la multitud para acariciar a un perro que pertenecía a una seguidora de La Libertad Avanza.
Karina y Javier Milei acariciaron un golden.
Javier Milei ordenó detener el auto que lo trasladaba a la Casa de Gobierno, luego de asumir la presidencia de Argentina, en reiteradas ocasiones. El motivo era saludar a la gran cantidad de seguidores que lo acompañaban a lo largo del trayecto.
Uno de los momentos más icónicos se dio cuando el mandatario solicitó frenar nuevamente el camino del Valiant III descapotable en el que se movilizaba, para acariciar a un perro que se había alejado de su dueña, confirmando una vez más su amor por los que llama sus “hijos de cuatro patas”.
El camino hacia la Casa Rosada. Foto: Reuters
El desvío del protocolo que cometió Javier Milei para saludar al golden retriever fue avalado por su hermana y principal asesora, Karina Milei. “El Jefe”, como suele llamarla el presidente, se unió a este breve encuentro que compartieron junto al animal.
Javier Milei, amante de los perros.
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La particular relación de Milei con los perros
Milei tiene cuatro mastines clonados, a los que mencionó repetidas veces durante la campaña presidencial y a quienes dedicó el triunfo luego de las primarias de agosto. Incluso, el bastón de mando que utilizó en la ceremonia de asunción, llevaba tallados a las cinco mascotas, entre las que se incluía la figura de Conan.
El bastón que utilizó Javier Milei.
El economista de 53 años suele mencionar a menudo a Conan como su fiel compañero, por lo que su fallecimiento en 2017 le significó una gran tristeza. Ante la pérdida, Javier Milei pagó 50.000 dólares para clonar a su perro original, que había adoptado en 2004.
Según la empresa de clonación encargada de realizar el procedimiento, el resultado fueron cuatro cachorros que cuentan con el ADN de quien aseguró que era uno de sus amigos y confidentes más cercanos, ya que siempre lo apoyó.
Milei con los clones de Conan.
Murray, Milton, Robert y Lucas, son los nombres de cuatro economistas muy admirados por Javier Milei, a quienes reconoció como ídolos, y gracias a los cuales los caninos fueron llamados de esa manera.
