El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, deberá testificar personalmente en una causa en la que es investigado por presunta interferencia en investigaciones de la Policía Federal, tras ser citado por el Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema).
El juez del STF Celso de Mello determinó que Bolsonaro deberá comparecer en persona y no por escrito, dado que el presidente «ostenta la condición de investigado» y no de testigo, informó el portal Terra.
La decisión de Mello marca un precedente, ya que los presidentes en funciones generalmente tuvieron la alternativa de responder por escrito a la interpelación de la Justicia.
La investigación se abrió en abril pasado tras la acusación del exministro de Justicia Sérgio Moro, quien renunció a su cargo señalando una interferencia indebida con la Policía Federal y luego de discrepar con la destitución del director general de la fuerza, Maurício Valeixo, que determinó Bolsonaro.
Moro fue el juez de la causa anticorrupción Lava Jato y se desempeñó como ministro entre enero de 2019 y abril de 2020.
La investigación busca precisar la veracidad de las afirmaciones de Moro sobre la «interferencia política» del presidente en la Policía Federal, en las que reveló declaraciones del mandatario en la reunión ministerial del 22 de abril, en las que decía que no esperará a que alguien «se folle a toda mi familia» y que ya había intentado «cambiar a la gente de seguridad en Río».
Moro alegó que fue la Superintendencia Fluminense de la Policía Federal el foco de interés del Gobierno.
A partir de la denuncia de Moro, el STF inició averiguaciones que hoy llevan al tribunal a citar personalmente a Bolsonaro, pese a que la Procuraduría General de la República solicitó que el mandatario sea autorizado a responder por escrito.
Además, Mello determinó que los abogados de Moro podrán estar presentes durante la declaración y formular preguntas.