@Perez_daro
Carlos Portaluppi es uno de los actores que más se comprometen a la hora de interpretar, y así lo demuestra en el resultado de cada proyecto. Siempre con papeles complejos, a veces de villano y a veces de héroe, cuenta en charla con DiarioShow.com cómo se enfrenta a la condición humana de cada personaje que le tocó habitar, talento que le dio muchas satisfacciones.
-¿Estás trabajando en estos tiempos?
-El fin de semana pasado estuve en un proyecto narrando e introduciendo a los espectadores en una ópera, una experiencia linda que tuvo repercusión y por eso se hizo la segunda fecha. “La dosis” tenía estreno previsto para marzo de este año, pero, bueno, nos vimos obligados a hacerlo vía streaming, y el 22 también en el canal Cine.ar TV. Es la manera que tenemos ahora, hasta que podamos volver a ver el cine en las salas.
-¿Es un alivio?
-En parte sí, porque es una necesidad para uno. Está lo económico, que a todos nos está pegando y todavía no sabemos cómo se va a resolver. Pero querer contar una historia es parte de mi vida, en el campo que sea, la televisión, el teatro o el cine. La cabeza se mantiene oxigenada cuando uno trabaja, y da lo mismo de lo que trabajes, si de actor, carpintero o médico. En nuestro caso la cultura creo que es materia esencial, es importante como forma de identidad, para contar quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
-“La dosis” habla de varios flagelos, en el ámbito de la salud, y también sobre los significados de poder y de la vida…
-Es una película de suspenso, con muchos climas, muy densa, que va a generar tensión en el público contando la vida de estos enfermeros que noche a noche se enfrentan a la muerte. Hablamos de la eutanasia desde un lugar muy respetuoso, porque también habla del dolor, de la compasión y de la posibilidad de acabar con ese dolor. La película abre el camino hacia un debate que es necesario.
-¿Cómo te preparaste para el papel?
-Tuve la oportunidad de conocer de cerca el mundo hospitalario y experimentar el tránsito en una clínica por varios meses, acompañando a mi hermano en una situación crítica de salud. Eso me hizo conocer todo el funcionamiento, desde lo administrativo hasta lo más técnico. Fue mucho tiempo el que estuve ahí junto a la esposa de mi hermano. Entonces el abordaje fue muy cercano, quizás doloroso, pero tuve un conocimiento de base.
-“Morcilla”, de “El marginal”, es un personaje complejo. ¿Qué significó para vos?
-Fue muy importante, porque es un gran elenco. Yo me ponía la ropa de “Morcilla” cuando gritaban “acción” y hacia lo que tenía que hacer. Cuando se acababa, me daba una ducha y ya estaba, nunca me afectó emocionalmente. La terapia la hago en otro lado. En la calle ahora me llaman Morcilla, al igual que cuando estuve en ‘Vulnerables’ y me decían ‘Dominicci’, hasta el día de hoy me siguen llamando así.
-¿Lo tomás como un halago?
-Sí, claro, son producciones de las que uno está orgulloso, y uno siempre está agradecido de que la gente pueda reconocer el trabajo que hace. En definitiva, es lo que más me gusta, poder hablar sobre la condición humana a través de una ficción y que la gente lo encuentre valioso.
PING PONG
-¿CÓMO TE DEFINIRÍAS EN POCAS PALABRAS?
-Actor.
-¿UNA PELÍCULA FAVORITA?
-”La fiesta de Babette”. Y otra que me gustaría recomendar es “La película de mi vida”, una brasileña de hace pocos años, con un tratamiento cinematográfico excepcional.
-¿Y SERIE?
-”Borgen”.
-¿ALGÚN PASATIEMPO?
-Disfrutar de la tranquilidad de mi casa y de mi hijo.
-UN LIBRO FAVORITO.
-”El libro de Monelle”, de Marcel Schwob.
-ALGÚN ARTISTA FAVORITO.
-Miguel Ángel Solá.
-¿UN CONSEJO QUE DARÍAS?
-Ir detrás del deseo.
-¿VACACIONES PERFECTAS?
-En la playa con mi hijo.
-ALGÚN MODELO O EJEMPLO DE VIDA.
-Mi padre.
-UNA CANCIÓN FAVORITA.
-”One”, de U2.
-ALGO EN LO QUE CONFÍES CIEGAMENTE.
-Mi familia.
-¿ALGO QUE TE PONGA DE BUEN HUMOR?
-Recordar a mi hermano.
-¿Y DE MAL HUMOR?
-Hacer fila en cualquier lugar.
-COMIDA FAVORITA.
-¡Asado!
-¿Y BEBIDA?
-Vino tinto para acompañar.
-¿ALGO CON LO QUE TE LUZCAS EN LA COCINA?
-Me doy maña con los arroces y los asados.
-¿UN PLACER CULPOSO?
-La comida.
-UN OBJETO FAVORITO.
-Un reloj que me regaló mi padre.
-¿UNA VIRTUD?
-No recuerdo.
-¿UN DEFECTO?
-Muchos.
-¿UN SUEÑO?
-Interpretar a Cyrano de Bergerac, incluso en la cuarentena estuve terminando el guion de una adaptación.
Por D.P.