Todos los 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes con el objetivo de crear conciencia sobre la enfermedad, su impacto en la salud y el bienestar de las personas. En este sentido, existen estrategias eficaces que pueden utilizarse para prevenirla y controlarla.
En el marco de la conmemoración de este año, el director médico de Dar Salud Mar del Plata, Gastón Filippetti, afirmó que la diabetes “es una enfermedad silenciosa ya que la persona puede ser diabética y no saberlo, por eso es importante una vez al año, medir la glucemia”.
La diabetes es una enfermedad crónica que va a acompañar al paciente toda la vida. Por eso -según explicó Filippetti- “hay que saber que no se puede curar pero sí convivir con ella”, “Se cuenta cada vez con más herramientas para poder llevar adelante una vida normal”, indicó.
Y agregó que la diabetes “es muy heterogénea, ya que existen pacientes con formas muy leves -que con actividad física y una alimentación adecuada pueden controlarla- y otros con enfermedades más graves que requieren tratamientos más intensivos”. “Suele ser una enfermedad progresiva en cuanto a que si uno no toma las medidas necesarias la enfermedad va ir empeorando y generando complicaciones”, sumó.
El médico también detalló que “la mayoría de las consecuencias que la diabetes provoca son producto de una alteración en el metabolismo de los hidratos de carbono que ocasiona hiperglucemia, que es el aumento del azúcar en la sangre”.
Existen varios tipos de diabetes, pero más del 95% de los casos corresponden a la que se conoce como Tipo 1 y Tipo 2. Filippetti indicó que “la más prevalente es la de Tipo 2, comprendiendo al 90% de los todos diabéticos, más aún si hablamos de los diabéticos adultos”.
Estas tipologías aparecen generalmente en la edad adulta o en adultos mayores, “pero con los cambios en los hábitos culturales está empezando a aparecer en pacientes más jóvenes”.
La de Tipo 1 es la que suele manifestarse en la niñez o juventud. “Es aquella que surge con un problema autoinmunitario. Se produce un desgaste del páncreas y genera una insuficiencia total en la producción de insulina que requiere de una reposición externa a través de una aplicación insulina, en general por vía subcutánea”.
Gastón Filippetti, director médico de Dar Salud Mar del Plata
La diabetes es una enfermedad multisistémica en el sentido de que genera alteraciones en todos los órganos y sistemas del organismo. Principalmente, hay dos tipos de alteraciones: a nivel de la microvasculatura (genera lesiones en los nervios periféricos, alteraciones en la visión que puede incluso llegar hasta la ceguera, a nivel renal, entre otras) y a nivel macrovascular (enfermedades como el infarto de miocardio o ACV).
“Estas complicaciones se puede prevenir o dilatar si se hace un diagnóstico precoz y con un tratamiento correcto. Esto muchas veces se detecta en el examen periódico de salud de pacientes totalmente asintomáticos, incluso en personas sanas o deportistas o sin ningún tipo de síntomas”, mencionó.
“La diabetes es una enfermedad silenciosa, hasta etapas avanzadas en general no da síntomas. Uno puede ser diabético y no saberlo, por eso es importante una vez al año, medir la glucemia”, enfatizó el responsable médico de Dar Salud.
“Por otra parte, los chequeos son importantes porque hay una serie de situaciones que los médicos llamamos disglucemias, y para que el paciente lo entienda mejor se las diagnosticamos como pre-diabetes, que solo se detectan en los análisis clínicos de rutina. Estas condiciones acarrean un aumento del riesgo cardiovascular y de desarrollar diabetes en los años subsiguientes, que podemos evitar si generamos un cambio de hábitos (mejorar la dieta y hacer actividad física)”, comentó y recordó que la obesidad y sedentarismo son factores de riesgo: “el 75% de los diabéticos tipo 2 son obesos”.
“Estamos en un momento en el cual es importante que se retomen los controles periódicos. Cuando comenzó la pandemia los médicos recomendamos retrasar los chequeos, pero luego de 8 ó 9 meses, y cuando el pico de casos parece haber pasado, la situación es otra. Es hora de que los que no lo hayan hecho, retomen de a poco los controles médicos de rutina, ya que un diagnóstico precoz de esta y otras enfermedades es fundamental”, aseguró.
“Hasta hace unos años solo teníamos insulina y dos tipos de drogas para tratar la diabetes y el porcentaje de pacientes que usaban insulina era muy alto. Esto ha cambiado muchísimo y en los últimos años han aparecido muchas alternativas de tratamiento algunas de las cuales no sólo mejoran la diabetes sino también otras enfermedades como la insuficiencia cardíaca o la hipertensión”, expresó el médico.
“Han ido surgiendo nuevas estrategias, como la internación domiciliaria, que permite reducir los tiempos de internación hospitalaria que en algunas complicaciones de la diabetes solían ser muy prolongadas (a veces varias semanas) generando en el paciente un deterioro clínico y un daño emocional importante, esto último no solo en él sino también en su entorno familiar. Las internaciones prolongadas aumentan mucho el riesgo de complicaciones como lo son las infecciones intrahospitalarias y generan muy altos costos al sistema de salud”, afirmó.
El tema de este año propuesto por la OMS es “Diabetes: El personal de enfermería marca la diferencia” para destacar el papel fundamental que desempeñan estos profesionales en el apoyo a las personas que viven con diabetes. Justamente ellos que constituyen el eslabón central en el servicio de internación domiciliaria, pueden marcar la diferencia para las personas afectadas por esta enfermedad.