Las personas que componían el entorno de Diego Maradona están en la mira. Todos por algún motivo están cuestionados por la Justicia y en la línea de fuego de los herederos del “Diez”. En las últimas horas hay novedades, y muchas, con respecto a la responsabilidad de Agustina Cosachov, quien está siendo investigada por la muerte de Diego en cuanto a su desempeño como psiquiatra, ya que tiene una nueva imputación por “falsedad ideológica”.
Según fuentes judiciales, había dejado asentado en un certificado y en una historia clínica que en octubre de 2020 Diego se encontraba en buen estado de salud mental, sin ir a visitarlo. El equipo de fiscales de San Isidro que llevan adelante la investigación, integrado por Laura Capra, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, notificó a la psiquiatra de la nueva imputación a través de una cédula electrónica dirigida a su defensor. Esta imputación está contemplada en el artículo 293 del Código Penal y prevé una pena de 1 a 6 años de cárcel.
Durante el análisis de su teléfono celular los fiscales advirtieron que el 26 de octubre pasado alguien, cuya identidad los investigadores quieren preservar, le solicitó a la psiquiatra que expidiera un certificado en el que se consignase que Maradona estaba en buen estado de salud mental y ella confeccionó un certificado, donde asentaba que Maradona estaba “ubicado en tiempo y espacio, vigil y en buen estado” y se lo envió a su interlocutor al día siguiente, pero con fecha del 20 de octubre.
También dejó asentado en la historia clínica que lo había visitado y lo encontró en ese estado. Esta imputación no es la más grave que afronta Cosachov, quien recibió el título hace tres años; el punto neurálgico es la medicación que le suministró a Maradona, contraindicada para sus problemas cardíacos, que fueron los que tal vez precipitaron el final. Pero si hubo o no negligencia es algo que se debatirá en una junta médica convocada por los fiscales para fines de febrero.