@jimegol20
La historia de vida de Marcelo Tinelli es, a esta altura, conocida por cualquier argentino que haya visto televisión en los últimos 30 años. El niño de Bolívar que tras una pérdida familiar tuvo que mudarse a la ciudad y a fuerza de trabajo y esfuerzo, logró escalar hasta la cima del éxito.
Sin embargo, al revisitar el ascenso del astro televisivo suelen perderse algunos detalles de su vida que lo convirtieron en la persona que es hoy, más allá de su rol como conductor, empresario o dirigente. Hijo de un periodista deportivo, Tinelli aprendió la profesión cuando aún era muy pequeño para comprenderlo. Su padre, Dino Hugo Tinelli, era dueño de un diario en Bolívar, “El Mensajero”, y compartía la dirección de otra publicación junto a su abuelo materno. En su niñez, Marcelo colaboraba llevando un registro de las formaciones de los equipos de fútbol.
La muerte de su papá, cuando el conductor tenía solo 10 años, hizo que su vida tomara un cambio de rumbo hacia Capital Federal. Después de un intento frustrado de encarar una carrera como futbolista (de adolescente jugó en Defensores de San Telmo), un joven Tinelli de 15 años dio sus primeros pasos en el periodismo.
EL “CHE PIBE”
Su primer trabajo oficial en un medio fue de cadete en Radio Rivadavia, allá por 1975. Ganarse un lugar no fue fácil, sus tareas iban desde comprar y servirle la comida al equipo de José María Muñoz hasta realizar cuanto mandado hiciera falta en la radio. Dos años más tarde, se sumó a la redacción del Diario Crónica. Con 17 años, Tinelli terminaba su trabajo como cadete y se iba a la redacción donde escribía sus primeras notas.
En el 81, la suerte le presentó una oportunidad única: el conductor Juan Alberto Badía buscaba un relator deportivo para su programa de radio y Marcelo, quien para ese entonces transmitía partidos poco importantes por Rivadavia, se ganó el lugar. Dos años después, lo llevó a su programa “Badía y compañía”, por Canal 13.
VIDEOMATCH
El primer programa de “VideoMatch” se emitió en 1995. Aunque inicialmente se lanzó como un noticiero deportivo nocturno, con el tiempo se transformó en un programa humorístico. Así, el original ciclo pasó de tener un presupuesto bajísimo a captar la atención de los televidentes con los “bloopers” y la espontaneidad de su conductor.
EMPRESARIO
El éxito de “VideoMatch” hizo que Marcelo fuera convocado para llevar adelante otro proyecto de Telefe, el histórico “Ritmo de la Noche”. El programa que se emitía los domingos fue la plataforma donde el conductor más se lució. Sketches humorísticos, shows de bandas internacionales, competencias en vivo, el programa ofrecía entretenimiento para toda la familia.
En 1998, decidió encarar su propia productora: Ideas del Sur. Comenzaron con solo 14 empleados y llegaron a ser 400 personas. Mediante su empresa de contenido audiovisual, Tinelli lanzó exitosos productos como “Tumberos”, “Okupas”, “Todo x dos pesos”, “Patito Feo”, “Los Roldán” y “Ser Urbano”, entre otros.
VESTUARIO
En los años de “VideoMatch”, Marcelo tenía un solo look: pantalón, cinturón y camisa en tonos neutros. Luego se volvió más formal con trajes clásicos y una muy recordada melena. Más tarde, se animó a dar un giro innovador a su vestuario, con looks descontracturados de remera, jeans y zapatillas y trajes entallados, de distintas tramas y colores.
Por J.G.
