Radicada en Uruguay, Mónica Gonzaga se encuentra en medio de la polémica después de que se afirmara que su hijo, Adriano Sessa, hizo una fiesta clandestina en su casa de Punta del Este con más de 500 personas durante la pandemia del coronavirus.
En diálogo con “Intrusos” desde las playas vecinas en las que residen desde el año pasado, la actriz contó su punto de vista de lo sucedido en su hogar: “Yo estaba en casa mirando series y a eso de las 2 de la mañana escuché un ruido que no era normal, me asomé por la ventana y vi gente tratando de entrar a mi propiedad. Le dije a Adriano que llamara a la policía, porque no podían sacarlos“.
Además se mostró muy afectada por las consecuencias que podrían tener las acciones de su hijo: “Esto merece que me disculpe con los uruguayos. Me daría mucha tristeza irme de este país porque lo siento el mío también. Y me reciben siempre con los brazos abiertos”.
Por su parte, el joven contó la verdadera historia de lo sucedido y desmintió algunos rumores que se dijeron sobre la supuesta “clandestina” que llevó a cabo en su casa, ya sea la cantidad de invitados y la posibilidad de cobrar entrada
“Hice una reunión en casa porque era el cumpleaños de uno de mis amigos. No se cobró entrada, no se vendía alcohol y no era una fiesta clandestina sino una reunión para pocas personas, pero se enteraron y vinieron, y la gente se metió en mi casa por caminos que van a la playa y se sumaban. Se descontroló. Me preocupaba que invadieran y destruyeran las propiedades de mis vecinos“, afirmó por América TV.
“No hubo 500 personas. No entran 500 personas en casa. Pido disculpas, se me fue de las manos. Me presenté hoy en dos intendencias y se me va a citar cuando decidan qué hacer. Nada de lo que se dijo es oficial. Me gustaría que no involucren en esto a mi mamá porque no tiene nada que ver. Estoy dando la cara”, cerró sobre la posible decisión del Ministerio del Interior de expulsar a Sessa de Uruguay por incumplir las medidas sanitarias del país.