La muerte de Diego Armando Maradona sigue generando noticias provenientes de la Fiscalía General de San Isidro, donde se investigan las condiciones que podrían haber desencadenado su deceso. Ahora, se decidió imputar al psicólogo Carlos Díaz, la enfermera Dahiana Gisela Madrid y el enfermero Ricardo Almirón, presente aquel fatídico 25 de noviembre.
Díaz trató al ex futbolista en los últimos meses de su vida, mientras Madrid hizo lo propio en su internación domiciliaria pos operación en la clínica Olivos. La enfermera reconoció haber mentido en su reporte a la empresa que la contrataba sobre haber controlado al Diez en las horas previas a su muerte.
Los tres son imputados por homicidio culposo por negligencia u omisión, al igual que el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov.
Según publicó Infobae, para los fiscales la participación del psicólogo en el cuidado de la salud de Maradona fue preponderante. Díaz se sumó al staff médico que atendía al DT en septiembre y se habría impuesto en muchas de las decisiones médicas, según las pericias a los teléfonos de Luque y Cosachov que evidenciaban tenían cierto recelo por el modo en que Díaz había tomado las riendas.
Almirón es quien aseguró ser el último en ver con vida a Maradona, cuando chequeó sus signos vitales antes de ser relevado por Madrid a las 6.30. Aún resta que se conforme la junta médica y luego será el turno de las indagatorias.
También se supo que se volverá a convocar como testigo a “Monona” Rodríguez, la cocinera que trabajaba en la casa del country San Andrés y presente en el lugar cuando hallaron sin vida a Diego Maradona.
Esto recién empieza
Si bien por ahora los fiscales Laura Capra, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, se centraron en investigar a los profesionales médicos que estaban a cargo de la recuperación del astro, no se descarta que en las próximas semanas su mirada apunte a factores también relevantes: el círculo no médico de personas que vivían con Diego.
Entre ellos vuelve a surgir el nombre de “Charly”, Carlos Orlando Ibáñez, pariente de Rocío Oliva, quien tiene un pedido de captura urgente a raíz de los chats que se difundieron en las últimas horas, donde se revelan las internas del entorno del Diez. En esos audios, alguien del staff médico se quejaba ante Luque de que este hombre le daba marihuana y alcohol a Maradona para “sacárselo de encima”. Por el momento, Charly estaría prófugo ya que además pesa sobre el una denuncia por robo a un country.
Su sobrino Johnny estuvo con Diego hasta el último momento. Según trascendidos, varias veces era él el encargado de suministrarle a su tío la medicación (varias drogas por día) porque el Diez solía echar de la habitación a los enfermeros. El joven aseguró hace unos días en televisión que “él ya no tenía ganas de vivir”.
En la investigación se está haciendo especial atención en cómo se articuló la internación domiciliaria de Maradona ya que se sabe, entre otras cosas, que el paciente recién operado de un hematoma subdural estaba en una habitación sin un llamador de cama, un tanque de oxígeno ni desfibrilador. Diego tenia una cardiopatía y síndrome de abstinencia al alcohol, lo cual agrava todo este cuadro.