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El testimonio sensible y emotivo de Rodolfo Ranni pone a las claras la calidad humana y el porte creativo de la actriz Hilda Bernard. “Es una amiga, una querida colega con la que hemos compartido muchas horas de funciones, grabaciones y también de prolongadas giras”, subrayó en el comienzo de la charla. Y agregó: “Hilda es, realmente, un ser encantador, siempre dispuesta a escuchar al compañero de trabajo y poder darle una mano ante cualquier eventualidad”.
El primer trabajo compartido por ambos fue, puntualmente, la exitosa telenovela “Muchacha italiana viene a casarse”, producción que se convirtió en un éxito rotundo en la Argentina y exportada a un total de 200 países alrededor del mundo. Los personajes protagónicos estaban a cargo de Rodolfo Ranni y Alejandra Da Passano. En tanto, Hilda asumió uno de los roles centrales de la historia.
“Además he tenido la suerte de conocer a su familia, muy entrañables todos; siempre amables y atentos por doquier. Y más allá de perder cierto contacto directo con ella por los propios avatares de la vida, Hilda está en el recuerdo permanente; su amistad y sensibilidad nos guían en todo camino”, destacó Ranni.
Acerca de la génesis artística de Bernard, puntualizó: “Yo la admiré desde mi juventud. Evoco su paso como gran intérprete del radioteatro. Dotada de una voz espectacular, modulaba cada expresión con fina sensibilidad. Hilda trasladó esas virtudes a otros terrenos, después, y deslumbró en los escenarios teatrales, televisivos y cinematográficos. Una actriz, no tengo dudas, que nos brindó docencia”.
Y en los rasgos humanos, Rodolfo confesó que “Hilda, en la intimidad, desborda de un carácter poblado de buen humor y siempre con una sonrisa a flor de piel. Una mujer querible, en definitiva, con la que tuve la suerte de disfrutar horas muy bellas arriba y debajo de un escenario”.
Por R.F