En 2021, Santi Maratea se transformó en una personalidad importante de la farándula, más allá del trabajo que viene haciendo en redes y medios desde hace años. Es que, en los últimos meses, comenzó a hacer reconocido por sus campañas solidarias, con las que recaudó millones de pesos para distintas causas. Invitado a “PH. Podemos hablar”, el influencer habló por primera vez de su vida privada y de la muerte de su madre.
En el programa de Andy Kusnetzoff, los invitados saben que tendrán que hablar de temas sensibles. Y Santi reveló como sintió que el destino le hacía un guiño tras la fatídica muerte de su mamá, Mariana.
“A un año de la muerte de mi vieja, se fue del grupo de WhatsApp. Esto fue a un año de su muerte o era el cumpleaños de ella, que está muy cerca. Yo la tenía agendada como ‘tu vieja’ y apareció ‘tu vieja salió del grupo’”, dijo emocionado.
“Por ahí justo la compañía de teléfono terminó de darle de baja”, expresó luego intentando sacar conclusiones al respecto.
Sin embargo, en la sección del “fogón”, el Instagramer retomó el tema para contar su historia y dio detalles de trágica decisión que tomó su madre, la de quitarse la vida.
“Mi vieja murió repentinamente. Cuando alguien se muere rápido, uno igual quiere cinco minutitos más”, comenzó diciendo cuando le consultaron con quién le gustaría hablar una última vez.
“Mi mamá se suicidó, para mí eso es muy interesante porque me obliga a incluir en el proceso de la muerte de una madre el respeto. Porque ella lo decidió. No lo entiendo, pero el gran desafío para mi es respetarla”, continuó Santi.
Tras una breve pausa, detalló: “Ella fue muy juzgada por su forma de ser, por su entorno, ¡que juzgaba tanto! Yo siempre le dije ‘alejate de esa gente que es una mierda’. Pero yo siempre la banqué”.
“Y me pasó que en el entierro tuve que hablar y estaba toda esta gente. Y yo decía qué injustos, porque ellos de acá se van y van a decir ‘mirá cómo terminó Mariana’. Y yo la voy a bancar a mi vieja siempre”, indicó muy sensibilizado.
Y cerró: “Si pudiera hablar con ella no le preguntaría por qué lo hizo. Hablaría, como hablé siempre y trataría de conocerla un poco más. Conocer ayuda mucho a respetar, y a mi me gusta pensar que alguna vez voy a entender lo que pasó”.